Causas
Sobre la base de las observaciones epidemiológicas se han sugerido cuatro causas principales del cáncer prostático:
Factores genéticos: Aunque existen indicios que involucran a los factores genéticos en la causa del cáncer prostático, es difícil separar estos factores de los factores ambientales. Estudios genéticos han mostrado que existe un gen específico del cromosoma 1 ó gen HPC-1 que aumenta la probabilidad de contraer cáncer de próstata.
Factores hormonales: Varias estudios han sugerido que los factores hormonales pueden tener importancia en el desarrollo del cáncer de próstata. Éstos incluyen:
La dependencia de las hormonas andrógenos (masculinas) de la mayoría de los cánceres de próstata.
El hecho de que el cáncer prostático no aparece en los eunucos.
El hecho de que el cáncer prostático puede ser inducido en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos (hormonas femeninas y masculinas).
La frecuente asociación de cáncer prostático con áreas de atrofia prostática esclerótica.
Factores ambientales: Quienes emigran de regiones de baja incidencia a regiones de alta incidencia mantienen una baja incidencia de cáncer prostático durante una generación y luego adoptan una incidencia intermedia. También se han identificado varios factores ambientales que podrían ser promotores del cáncer de próstata.
Éstos incluyen:
Algunas pruebas para examinar la próstata y la sangre se emplean para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de la próstata.
Las siguientes pruebas y procedimientos pueden ayudar a detectar el cáncer de la próstata:
Examen digital rectal (EDR): Consiste en un examen del recto mediante el cual el médico o la enfermera inserta un dedo enguantado y lubricado dentro del recto y palpa la próstata a través de la pared rectal en busca de nódulos o áreas anormales.
Antígeno prostático específico (APE): Es una prueba de laboratorio que mide las concentraciones del APE en una muestra de sangre. El APE es una sustancia producida por la próstata que se puede encontrar en mayor cantidad en la sangre de varones que tienen cáncer de la próstata. La concentración de APE también puede encontrarse elevada en varones que sufren una infección o una inflamación de la próstata, o que tienen un HPB (un aumento de tamaño de la próstata de origen no canceroso).
Ecografía transrectal: Es un procedimiento mediante el cual se inserta una sonda que tiene el tamaño de un dedo para examinar la próstata. La sonda se utiliza para hacer rebotar las ondas de sonido contra los tejidos internos de la próstata (ecografía). Estas ondas de sonido crean ecos, los cuales son usados por una computadora para generar una imagen denominada ecograma. La ecografía transrectal también se puede usar durante una biopsia.
Biopsia: Un patólogo examina la muestra en busca de células cancerosas y determina la puntuación de Gleason. Esta puntuación de Gleason va desde 2 hasta 10 y describe la posibilidad que tiene el tumor para diseminarse. Cuanto más baja la puntuación, menor la probabilidad de diseminación del tumor. Existen dos tipos de procedimientos de biopsia que se emplean para diagnosticar el cáncer de la próstata.
- Dieta alta en grasas animales.
- La exposición al humo del escape de los automóviles.
- La polución del aire, cadmio, fertilizantes y sustancias químicas en las industrias de la goma, imprenta, pintura y naval.
- Agentes infecciosos: Se ha considerado que los agentes infecciosos transmitidos por vía sexual podrían causar cáncer prostático, sin embargo, los estudios epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han brindado resultados contradictorios. Los estudios epidemiológicos han sugerido un aumento en el riesgo de cáncer prostático asociado con un mayor número de compañeros sexuales, una historia previa de enfermedad de transmisión sexual, frecuencia del acto sexual, relación con prostitutas y edad temprana de comienzo de la actividad sexual.En contraste, otros estudios han sugerido que existe un mayor riesgo de cáncer prostático asociado con la represión de la actividad sexual, como un comienzo en edad más tardía, un pico más temprano y una cesación prematura de la actividad sexual. Por otra parte, algunos trabajos han mostrado un mayor riesgo entre los pacientes que nunca estuvieron casados y un riesgo aún mayor entre aquellos que tuvieron niños, pero otros estudios no han mostrado una correlación significativa con el estado marital o con el número de hijos. De forma similar, los estudios de potenciales agentes infecciosos no han brindado resultados concluyentes, como tampoco proporcionan pruebas concretas para una causa infecciosa de cáncer prostático.
Algunas pruebas para examinar la próstata y la sangre se emplean para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de la próstata.
Las siguientes pruebas y procedimientos pueden ayudar a detectar el cáncer de la próstata:
Examen digital rectal (EDR): Consiste en un examen del recto mediante el cual el médico o la enfermera inserta un dedo enguantado y lubricado dentro del recto y palpa la próstata a través de la pared rectal en busca de nódulos o áreas anormales.
Antígeno prostático específico (APE): Es una prueba de laboratorio que mide las concentraciones del APE en una muestra de sangre. El APE es una sustancia producida por la próstata que se puede encontrar en mayor cantidad en la sangre de varones que tienen cáncer de la próstata. La concentración de APE también puede encontrarse elevada en varones que sufren una infección o una inflamación de la próstata, o que tienen un HPB (un aumento de tamaño de la próstata de origen no canceroso).
Ecografía transrectal: Es un procedimiento mediante el cual se inserta una sonda que tiene el tamaño de un dedo para examinar la próstata. La sonda se utiliza para hacer rebotar las ondas de sonido contra los tejidos internos de la próstata (ecografía). Estas ondas de sonido crean ecos, los cuales son usados por una computadora para generar una imagen denominada ecograma. La ecografía transrectal también se puede usar durante una biopsia.
Biopsia: Un patólogo examina la muestra en busca de células cancerosas y determina la puntuación de Gleason. Esta puntuación de Gleason va desde 2 hasta 10 y describe la posibilidad que tiene el tumor para diseminarse. Cuanto más baja la puntuación, menor la probabilidad de diseminación del tumor. Existen dos tipos de procedimientos de biopsia que se emplean para diagnosticar el cáncer de la próstata.
Biopsia transrectal: Consiste en la extracción de tejido de la próstata durante la cual se inserta una aguja fina a través del recto hasta la próstata y se extrae una muestra del tejido prostático. Este procedimiento se suele practicar con ecografía transrectal para ayudar a guiar la aguja. Un patólogo examina el tejido al microscopio en busca de células cancerosas.
o Biopsia transperineal: Se extrae una muestra de tejido prostático al insertar una aguja fina a través de la piel entre el escroto y el recto hasta la próstata. Un patólogo examina el tejido al microscopio en busca de células cancerosas.
Ciertos factores afectan el pronóstico (la probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento. El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:
El estadio del cáncer (ya sea que afecte parte de la próstata, que involucre toda la glándula o que se haya extendido a otras partes del organismo).
La edad y la salud general del paciente.
Si el cáncer ha sido recién diagnosticado o ha regresado.
El pronóstico depende también de la puntuación de Gleason y el índice de APE.
Síntomas
La próstata está situada justo por delante del recto, de modo que la manera más fácil de observarla con detalle consiste en introducir una sonda de ultrasonidos en los primeros centímetros del recto, a través del ano. La ecografía transrectal informa del volumen, forma y contenido de la próstata. Si se aprecia algo con posibilidades de ser un tumor, se practica una biopsia mediante la inserción de una aguja, también a través del ano.
Tratamiento
Si se ha diagnosticado cáncer de próstata, se debe conocer las diferentes opciones de tratamientos. La selección del tratamiento dependerá del tipo de cáncer y de su extensión, y principalmente de las prioridades personales después de considerar los beneficios y los inconvenientes, la edad y estado de salud, pues cuanto mejor el estado de salud, menos tratamientos extremos se requieren, incluso es probable que no se requiera ningún tratamiento.
Las conductas agresivas como la biopsia pueden paradójicamente ocasionar metástasis y es prudente evitarlas. También hay que recordar que los tratamientos extremos deterioran la calidad de vida y pueden además deteriorar también la salud del paciente, afectando su resistencia.
Actualmente la velocidad del PSADI (PSADI velocity índex) permite tener una idea aproximada de la velocidad de crecimiento del cáncer por lo cual la medición del PSADI hace parte del C.M.P. -Próstata.
Los tratamientos para cáncer de próstata más recientes son:
Observación: Consiste en la observación del paciente sin suministrar tratamiento alguno hasta que aparezcan o se acentúen los síntomas. Está indicada en casos incipientes, en pacientes muy sanos cuya calidad de vida se afectaría considerablemente con los tratamientos, en ancianos cuyas expectativas de vida sean muy reducidas, y naturalmente, si los deseos del paciente así lo exigen.
Cirugía: Linfadenectomía pélvica: Consiste en remover los nódulos linfáticos en la pelvis, los cuales son examinados con microscopio inmediatamente. Si los nódulos contienen cáncer, no se remueve la próstata y se recomienda otro tratamiento.
Prostatectomía radical: Se extrae la próstata junto con los tejidos y linfáticos vecinos. Produce impotencia e incontinencia urinaria y fecal
Prostatectomía transuretral: Se extrae parte del tejido prostático a través de la uretra, mediante un cistoscopio. Se emplea para aliviar la obstrucción, especialmente en ancianos o personas que podrían no tolerar la operación radical, o sus consecuencias
Radioterapia: Consiste en la irradiación para matar las células cancerosas. La irradiación externa se hace mediante una máquina que irradia el cuerpo y la irradiación interna (braquiterapia) mediante semillas, alambres o catéteres radioactivos. La radioterapia suele producir problemas urinarios.
Hormonoterapia: Consiste en el bloqueo de la acción hormonal para impedir el crecimiento tumoral. Esta terapia suele producir oleadas de calor, alteraciones de la función sexual, pérdida del deseo sexual, impotencia y alteraciones óseas. Los tratamientos de hormonoterapia incluyen:
Antagonistas del factor liberador de la hormona latinizante que impiden la producción de testosterona por parte del testículo (luproide acetato, goselerin y buserelin)
Antiandrógenos como el flutamide y bicalutamide, que contrarrestan la testosterona.
Medicamentos que impiden que las adrenales produzcan andrógenos como el ketoconazol y la aminoglutamida
Orquidectomía o remoción de los testículos que son la principal fuente de producción de testosterona
Estrógenos, que promueven las características sexuales femeninas impidiendo que los testículos produzcan testosterona. Son poco usados por sus graves efectos adversos
Criocirugía: Se destruye el tejido canceroso con temperaturas muy bajas
Quimioterapia: Se emplean medicamentos para matar o impedir el crecimiento de las células malignas. Se administra por vía oral o inyectada
Inmunoterapia o Terapia Biológica: Consiste en la estimulación activa o pasiva del sistema inmunológico que es el encargado de impedir el crecimiento de las células cancerosas
Ultrasonido focalizado de alta intensidad: Es la aplicación de ultrasonido de alta intensidad mediante una sonda intrarrectal para destruir las células cancerosas
Elevación de niveles de glutation: El glutation es un tripeptido producido por la celulas, cuyas funciones principales es regular la funcion inmunologica para la eliminacion de antigenos y celulas cancerigenas, antioxidante que protege de daño al ADN, previene la mutacion de celulas y ayuda a desintoxicar el cuerpo de elementos carcinogenos. Estudios han ligado al Cancer de Prostata con niveles bajos de glutation. Elevar los niveles de glutation en cancer de prostata mediante el uso de precursores es de mucho beneficio para los pacientes con cancer para combatirlo y mejorar el efecto de tratamientos como radioterapia y quimioterapia.
Prevención
No hay forma de garantizar que usted no desarrollará cáncer a la próstata. Las tres recomendaciones son: coma bien, manténgase físicamente activo y vea a su doctor en forma regular.
Limite el consumo de alimentos ricos en grasas. Prefiera frutas, vegetales y fibras para disminuir su riesgo. Alimentos tales como tomates, uvas y melones contienen un antioxidante (lycopenes) que disminuye el riesgo de este cáncer. También ajo, brócoli, bruselas, repollo y coliflor.
El té verde contiene un químico EGCC que también ayuda a evitar esta dolencia. Así como la vitamina E que promete reducir este riesgo entre los fumadores.
Ejercicio regular, aunque no está muy claro, ayudaría a reducir los riesgos de cáncer, incluyendo el cáncer a la próstata.
Estrategias para enfrentar esta enfermedad
o Biopsia transperineal: Se extrae una muestra de tejido prostático al insertar una aguja fina a través de la piel entre el escroto y el recto hasta la próstata. Un patólogo examina el tejido al microscopio en busca de células cancerosas.
Ciertos factores afectan el pronóstico (la probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento. El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:
El estadio del cáncer (ya sea que afecte parte de la próstata, que involucre toda la glándula o que se haya extendido a otras partes del organismo).
La edad y la salud general del paciente.
Si el cáncer ha sido recién diagnosticado o ha regresado.
El pronóstico depende también de la puntuación de Gleason y el índice de APE.
Síntomas
- En las primeras etapas del cáncer de próstata no suelen darse muchos síntomas. Los síntomas más frecuentes son:
- Necesidad de orinar frecuentemente y, sobre todo, por la noche.
- Dificultad para comenzar la micción o detenerla.
- Incapacidad para orinar.
- Interrupción del flujo de orina o débil.
- Micción dolorosa o sensación de quemazón.
- Dificultad para tener una erección.
- Eyaculación dolorosa.
- Sangre en orina o semen.
- Dolor frecuente o sensación de tensión en la parte inferior del abdomen, en caderas o en la parte superior de los muslos.
La próstata está situada justo por delante del recto, de modo que la manera más fácil de observarla con detalle consiste en introducir una sonda de ultrasonidos en los primeros centímetros del recto, a través del ano. La ecografía transrectal informa del volumen, forma y contenido de la próstata. Si se aprecia algo con posibilidades de ser un tumor, se practica una biopsia mediante la inserción de una aguja, también a través del ano.
Tratamiento
Si se ha diagnosticado cáncer de próstata, se debe conocer las diferentes opciones de tratamientos. La selección del tratamiento dependerá del tipo de cáncer y de su extensión, y principalmente de las prioridades personales después de considerar los beneficios y los inconvenientes, la edad y estado de salud, pues cuanto mejor el estado de salud, menos tratamientos extremos se requieren, incluso es probable que no se requiera ningún tratamiento.
Las conductas agresivas como la biopsia pueden paradójicamente ocasionar metástasis y es prudente evitarlas. También hay que recordar que los tratamientos extremos deterioran la calidad de vida y pueden además deteriorar también la salud del paciente, afectando su resistencia.
Actualmente la velocidad del PSADI (PSADI velocity índex) permite tener una idea aproximada de la velocidad de crecimiento del cáncer por lo cual la medición del PSADI hace parte del C.M.P. -Próstata.
Los tratamientos para cáncer de próstata más recientes son:
Observación: Consiste en la observación del paciente sin suministrar tratamiento alguno hasta que aparezcan o se acentúen los síntomas. Está indicada en casos incipientes, en pacientes muy sanos cuya calidad de vida se afectaría considerablemente con los tratamientos, en ancianos cuyas expectativas de vida sean muy reducidas, y naturalmente, si los deseos del paciente así lo exigen.
Cirugía: Linfadenectomía pélvica: Consiste en remover los nódulos linfáticos en la pelvis, los cuales son examinados con microscopio inmediatamente. Si los nódulos contienen cáncer, no se remueve la próstata y se recomienda otro tratamiento.
Prostatectomía radical: Se extrae la próstata junto con los tejidos y linfáticos vecinos. Produce impotencia e incontinencia urinaria y fecal
Prostatectomía transuretral: Se extrae parte del tejido prostático a través de la uretra, mediante un cistoscopio. Se emplea para aliviar la obstrucción, especialmente en ancianos o personas que podrían no tolerar la operación radical, o sus consecuencias
Radioterapia: Consiste en la irradiación para matar las células cancerosas. La irradiación externa se hace mediante una máquina que irradia el cuerpo y la irradiación interna (braquiterapia) mediante semillas, alambres o catéteres radioactivos. La radioterapia suele producir problemas urinarios.
Hormonoterapia: Consiste en el bloqueo de la acción hormonal para impedir el crecimiento tumoral. Esta terapia suele producir oleadas de calor, alteraciones de la función sexual, pérdida del deseo sexual, impotencia y alteraciones óseas. Los tratamientos de hormonoterapia incluyen:
Antagonistas del factor liberador de la hormona latinizante que impiden la producción de testosterona por parte del testículo (luproide acetato, goselerin y buserelin)
Antiandrógenos como el flutamide y bicalutamide, que contrarrestan la testosterona.
Medicamentos que impiden que las adrenales produzcan andrógenos como el ketoconazol y la aminoglutamida
Orquidectomía o remoción de los testículos que son la principal fuente de producción de testosterona
Estrógenos, que promueven las características sexuales femeninas impidiendo que los testículos produzcan testosterona. Son poco usados por sus graves efectos adversos
Criocirugía: Se destruye el tejido canceroso con temperaturas muy bajas
Quimioterapia: Se emplean medicamentos para matar o impedir el crecimiento de las células malignas. Se administra por vía oral o inyectada
Inmunoterapia o Terapia Biológica: Consiste en la estimulación activa o pasiva del sistema inmunológico que es el encargado de impedir el crecimiento de las células cancerosas
Ultrasonido focalizado de alta intensidad: Es la aplicación de ultrasonido de alta intensidad mediante una sonda intrarrectal para destruir las células cancerosas
Elevación de niveles de glutation: El glutation es un tripeptido producido por la celulas, cuyas funciones principales es regular la funcion inmunologica para la eliminacion de antigenos y celulas cancerigenas, antioxidante que protege de daño al ADN, previene la mutacion de celulas y ayuda a desintoxicar el cuerpo de elementos carcinogenos. Estudios han ligado al Cancer de Prostata con niveles bajos de glutation. Elevar los niveles de glutation en cancer de prostata mediante el uso de precursores es de mucho beneficio para los pacientes con cancer para combatirlo y mejorar el efecto de tratamientos como radioterapia y quimioterapia.
Prevención
No hay forma de garantizar que usted no desarrollará cáncer a la próstata. Las tres recomendaciones son: coma bien, manténgase físicamente activo y vea a su doctor en forma regular.
Limite el consumo de alimentos ricos en grasas. Prefiera frutas, vegetales y fibras para disminuir su riesgo. Alimentos tales como tomates, uvas y melones contienen un antioxidante (lycopenes) que disminuye el riesgo de este cáncer. También ajo, brócoli, bruselas, repollo y coliflor.
El té verde contiene un químico EGCC que también ayuda a evitar esta dolencia. Así como la vitamina E que promete reducir este riesgo entre los fumadores.
Ejercicio regular, aunque no está muy claro, ayudaría a reducir los riesgos de cáncer, incluyendo el cáncer a la próstata.
Estrategias para enfrentar esta enfermedad
Prepárese. Infórmese acerca de este cáncer.
Mantenga su rutina en forma normal. Vuelva al trabajo, a viajar, reúnase con sus amigos, sus nietos. Tenga un propósito en su vida.
No se sumerja en la tristeza. Busque formas de disfrutar todos los días.
Haga mucho ejercicio. Esto combate la depresión y alivia la tensión.
Ábrase a un amigo, consejero, pariente, etc. Algunas veces ayuda el hablar con otra persona acerca de sus más profundos sentimientos y miedos.
Busque contactos afectivos. Su reacción natural a la impotencia es evitar un contacto sexual. Tocar, acariciar, puede ser más importante para usted y su pareja. Esta cercanía produce gran intimidad.
Busque lo positivo. Crezca espiritualmente a los aspectos significativos de la vida, identifique lo importante y comparta con las personas importantes.